confesion de westminster¿Por qué Montevideo se llama así? La Historia tiene curiosidades fascinantes. En 1516 el navegante andaluz Juan Díaz de Solís entro con una de sus tres carabelas por el estuario del Río La Plata. En su bitácora el navegante iba describiendo con breves notas lo que ante sus ojos se estaba develando por primera vez. Al pasar frente a lo que es hoy la ciudad de Montevideo, el navegante escribió: «monte VI d. EO» lo cual quiso decir que era el monte número seis que el veía en su ruta que era de este a oeste. El propósito de esa nota no era llamar Montevideo a la capital de Uruguay, pero según esta teoría, así surgió el nombre de esta populosa ciudad.  Juan Díaz de Solís tuvo otro propósito al escribir su nota de navegación, pero la ciudad de Montevideo termino llamándose así por una confusión.  La Confesión Bautista de fe de 1689 fue escrita bajo un propósito, pero ahora esa Confesión no responde a ese propósito, sino que responde a una confusión.

UN POCO DE HISTORIA ES NECESARIO. LONDRES EN LA DÉCADA DE 1640

Desde 1629 hasta 1640 Carlos I, monarca de Inglaterra gobernó sin el parlamento. Impuso una política absolutista y aumento los privilegios de la aristocracia inglesa. En 1640 el rey se vio obligado a reinstaurar el parlamento que en su gran mayoría eran puritanos.  Oliver Cromwell, representante por Cambridge y defensor del puritanismo,  arengo e insubordino al Parlamento contra el episcopalismo de la iglesia anglicana, y contra la ineptitud del monarca que no supo enfrentar un levantamiento católico en Irlanda, lo cual hace que Carlos I huya hacia el oeste de Inglaterra donde estaban sus partidarios aristócratas. En 1642 estalla una guerra civil entre «los realistas», que estaba formado por la iglesia anglicana, y la aristocracia que el rey favoreció, contra los partidarios del Parlamento, que eran algunos sectores de la burguesía, los puritanos, pequeños comerciantes, y el pueblo llano. En medio de toda esta crisis político/religiosa estaban los presbiterianos puritanos, los congregacionalistas y los bautistas particulares. Todos fueron víctimas de la persecución que la iglesia anglicana y el rey desataron sobre los grupos religiosos contrarios a la religión anglicana de la monarquía inglesa. Producto de la insubordinación del Parlamento contra el rey y la guerra civil desatada entre ambos, se quito el sistema episcopaliano de gobierno de la iglesia anglicana, y se pidió otra forma de gobierno, para lo cual designaron una reunión eclesiástica que sería la encargada de elaborar este documento y presentarlo. La reunión de teólogos y ministros se llevo a cabo en la abadía de Westminster, contigua al Parlamento. Fue allí donde nació la Confesión de Fe de Westminster.

LA CONFESION DE FE DE WESTMINSTER

Las reuniones de la abadía de Westminster comenzaron el 1ro. de julio de 1642 y terminaron en febrero de 1649. Tuvieron 1163 sesiones de trabajo. El quórum mínimo fijado para la asamblea fue de 40 el cual fue superado. Hubo mayoría presbiteriana puritana. Se permitió que ocho delegados de la iglesia de Escocia participaran en la asamblea, como muestra de aprecio por haber ayudado en la lucha contra el rey. Aunque estos delegados no desempeñaron un rol oficial en la asamblea, fueron influyentes. Al estar el rey refugiado en el oeste de Inglaterra, y el Parlamento con Cromwell a la cabeza predominar en la guerra civil, la representación del episcopalismo anglicano se ausento de la asamblea, lo cual fue un ingrediente muy importante en el resultado de la confesión de fe.

Al ir avanzando el trabajo de la asamblea de Westminster se preparo un Directorio de Culto para reemplazar el libro de oración episcopal. En julio de 1645 se logro comenzar a redactar una nueva Confesión de Fe para la iglesia anglicana, después de muchas interrupciones debido a la crisis política, se logro terminar el documento en diciembre de 1646. La CFW es un documento que está saturado de la doctrina bíblica reformada del momento, está escrito en treinta y tres capítulos. También fue redactado un Catecismo Mayor, para que los pastores pudieran explicar la Confesión desde el púlpito, y también se preparo un Catecismo Menor, el cual fue estructurado para la enseñanza de los niños. La iglesia anglicana uso muy poco esta Confesión de Fe, pero desde 1647 fue adoptada como al Confesión de Fe de las iglesias presbiterianas de Escocia, y hoy día sigue siendo la Confesión de Fe de las iglesias reformadas y presbiterianas alrededor del mundo.

EXPLICANDO LAS DIFERENCIAS

En la Inglaterra de la década del 1640 había creyentes y ministros que consideraban a la CFW como una declaración correcta de la fe bíblica pero tenían diferente criterio en cuanto al gobierno de la iglesia y en cuanto al bautismo. En el primer grupo estaban los Congregacionalistas, en el segundo grupo estaban los Bautistas Particulares. Debido a esto, el 29 de septiembre de 1658 se reunieron los líderes de las iglesias congregacionalistas en el palacio de Savoy. Fruto de esa reunión, salió un documento llamado DECLARACION DE SAVOY, el cual es una confesión de fe de las iglesias congregacionalistas, que usa la CFW casi en su totalidad, manteniendo el paidobautismo, pero cambiando algunos artículos sobre el gobierno presbiteral de la iglesia, sustituyéndolo por otros que defienden el gobierno congregacional de la iglesia.

A su vez, el segundo grupo de creyentes mencionados, los bautistas particulares, que entendían que el bautismo solo es para creyentes que confiesen su fe, sin incluir a los niños, enviaron cartas de invitación a todas las iglesias bautistas particulares para celebrar una asamblea en Londres en 1677. En esa asamblea se redacto una confesión de fe, también basada en la CFW, pero con cambios en los artículos referentes al bautismo. Este documento se llamo CONFESIÓN DE LONDRES DE 1677. Debido a la persecución que desato el rey Carlos II, hijo del ajusticiado Carlos I, ese documento confesion bautistase lanzo bajo el anonimato. Paso el tiempo, y bajo otro reinado en Inglaterra,  el 24 de mayo de 1689 se dicto el Acta de Tolerancia  por lo cual, un grupo de pastores bautistas convocaron una reunión en Londres, donde se redacto una Confesión de Fe bautista, usando como modelo la antigua confesión de 1677 con algunos arreglos, y se le llamo, CONFESION DE FE DE LONDRES DE 1689, que es la está en vigencia hoy en las llamadas iglesias bautistas reformadas, sucesoras de los bautistas particulares del siglo XVII.

Ambos grupos de creyentes tomaron la CFW como base doctrinal de sus propias confesiones, y le hicieron los cambios que ellos entendieron que debían de hacerle de acuerdo a sus creencias e interpretación de las Escrituras. Según detalles que se recogen de esos días, los bautistas particulares usaron la CFW como base de su propia confesión, para ser solidarios en la persecución que estos tres grupos de creyentes protestantes tenían en esos días bajo la monarquía inglesa de Carlos I y luego su hijo Carlos II. Reconocieron que la CFW era un documento doctrinal muy bien elaborado y que se ajustaba fielmente a las Escrituras, salvo en los puntos donde había diferencia de criterio. Ese fue el propósito inicial que llevo a los bautistas particulares ingleses a escribir su confesión sobre la CFW. Todo estaba bien definido. Los presbiterianos reformados eran presbiterianos reformados, los congregacionalistas eran congregacionalistas, y los bautistas particulares eran bautistas particulares. Aunque había influencia reformada, estos grupos de creyentes no eran reformados en su totalidad, debido a estas dos doctrinas básicas en las cuales tenían diferencias con las confesiones reformadas, ya que aunque la CFW es la más elaborada y completa, le precedían otras confesiones reformadas más antiguas que también recogían los puntos doctrinales de la fe reformada.

CUANDO LOS PROPÓSITOS INICIALES CAMBIAN

Hace unos meses escuche un debate entre R. C. Sproul, y J. McArthur sobre el bautismo infantil. Algo que dijo McArthur se me quedo dando vueltas en la cabeza. En su intervención, McArthur dijo que la Reforma había quedado incompleta, y que son los bautistas los que le van a dar el final que se merece. Se refería a la doctrina reformada del paidobautismo. Hace unas semanas, leí en el blog de un pastor bautista reformado el cual dice que John Owen tenia una visión del pacto tal como los bautistas reformados, (John Owen era puritano, y redactor principal de la Declaración de Savoy, eminentemente paidobautista) y que la Confesión de Fe de Londres de 1689 había usado como base la CFW, pero que había hecho los «cambios necesarios». Hace unas semanas también, supe de una iglesia bautista reformada en Ecuador, que bajo mentoría de la iglesia bautista reformada de República Dominicana, exige el rebautismo a hermanos que llegan de otras iglesias, y mientras eso no sea cumplido le niegan a esos hermanos la mesa del Señor en la comunión del pan y el vino.

Todos estos eventos juntos me preocupan. Me preocupan porque veo que lo que en un inicio fue un buen propósito de unidad se ha tornado en un sectarismo eclesiástico bajo el nombre de «reformados».  Bajo el prisma de esta nueva (o no tan nueva) visión bautista, la CFW es buena, pero no tuvo buen final, el cual se lo vienen a dar los bautistas con su solocredobautismo. Los cambios hechos eran «necesarios» porque la CFW se equivoco en la doctrina del paidobautismo, y en la del gobierno de la iglesia, sin embargo, la historia, como implacable testigo de todos, me muestra las inconsistencias de esas doctrinas. Por ejemplo, los hermanos congregacionalistas, defensores del gobierno congregacional de la iglesia, donde la iglesia se gobierna ella misma reunida en mayoría; pero resulta que cuando fueron a establecer la Declaración de Savoy, no convocaron a todas las iglesias congregacionalistas de Inglaterra en ese momento, sino que enviaron cartas para que ellas enviaran ministros delegados a dicha asamblea. Entonces… ¡¡¡veo a una iglesia congregacional teniendo una asamblea local para hacer un documento que defiende el gobierno congregacional independiente para todas las iglesias!!!!! Una total inconsistencia!!!!! Es como decir “todos estamos de acuerdo en que estamos separados”.bautismo6

Por el otro lado veo a ministros bautistas, defensores del solocredobautismo, que ven el paidobautismo como «un fallo» de la fe reformada,  pero que a su vez se preocupan mucho en presentar sus hijos al Señor cuando estos nacen. Me pregunto yo, ¿para que los presentan? ¿Acaso entienden esos bebitos la presentación? ¿Acaso son conscientes esos bebitos de la oración de presentación que tiene el ministro bautista con ellos en brazos? Otra total inconsistencia!!!!! Niegan el bautismo de los niños porque ellos no son conscientes, pero hacen una ceremonia de presentación de la que igualmente son inconscientes!!!!!

ENTENDIENDO EL TRASFONDO DE LAS COSAS

Sin duda, las iglesias  bautistas particulares tienen influencia reformada. Pero tener influencia reformada no es ser reformada. Hoy día las iglesias bautistas reformadas se autodenominan de esa manera, pero es una denominación contradictoria. Los bautistas particulares de Inglaterra en el siglo XVII nunca se autonombraron «reformados». Eran bautistas particulares, estaban definidos. Por eso, hicieron su propia Confesión de Fe. La fe reformada está bien definida. La doctrina reformada no es la doctrina bautista y viceversa. Son dos visiones diferentes de la doctrina bíblica. Ven la Teología del Pacto de forma diferente, por lo que todas las doctrinas que se derivan de ahí, son diferentes, principalmente el bautismo. Más bien siguen lo que hoy conocemos como “dispensacionalismo progresivo”, que, aunque sea la forma menos agresiva de dispensacionalismo, no tiene nada que ver con la Teología del Pacto recibida de la Reforma, en el que el Pacto de Abraham es el mismo Pacto de Gracia cumplido en Cristo. Sostener los «cinco puntos del calvinismo» no es ser reformado. La doctrina reformada reconoce los cinco puntos del calvinismo, pero no se queda ahí, va más allá. Los bautistas reformados se quedan en los cinco puntos del calvinismo, no van más allá, por eso, entiendo que no son reformados.

Los bautistas, históricamente tienen influencia de la Reforma, pero de ambas «reformas», de la Reforma magisterial de la Ginebra de Juan Calvino mezclada con la Reforma radical de los Anabaptistas. Son un punto medio, híbrido entre las dos reformas. Tienen del calvinismo y tienen del anabaptismo. No son ni reformados ni anabaptistas completamente. Este asunto de las definiciones es importante. Los colores indeterminados molestan a la vista. Las doctrinas que no son ni de un lado ni del otro, sino que se quedan en el medio, son muy peligrosas y traen confusión al alma de los creyentes aunque en un principio todo parezca muy bien. El anglicanismo y el luteranismo son doctrinas de «vía media». Son doctrinas de «punto medio». No son ni romanistas ni reformados completamente, tienen influencia de ambos. Fueron los teólogos reformados de la Reforma magisterial ginebrina los que trazaron la doctrina básica y esencial de la Reforma. Cambiaron lo que había que cambiar, según las Escrituras, pero lo que estaba bien lo dejaron. Los anabaptistas no tenían el propósito de reformar la iglesia existente, sino de re-fundar una nueva iglesia, por eso se les llamo ‘reformadores radicales’, y esa herencia la legaron a los bautistas en lo que al bautismo se refiere. Los bautistas ven «incompleta» la Reforma porque ellos tienen en mente una nueva iglesia, no reformar la que había. Los reformadores magisteriales del siglo XVI tuvieron como propósito REFORMAR LA IGLESIA, NO CREAR UNA NUEVA IGLESIA. ELLOS ENTENDIERON QUE YA LA IGLESIA HABIA SIDO FUNDADA POR EL SEÑOR, UNA SOLA VEZ, POR TANTO, HACER UNA NUEVA IGLESIA, ERA FALTAR A LA DOCTRINA BÍBLICA. LA NECESIDAD ERA REFORMAR LA IGLESIA, NO CREAR UNA NUEVA.

Los anabaptistas en el siglo XVI se creyeron que eran los únicos que estaban haciendo la verdadera «reforma», pero en realidad no era una reforma, sino era re-fundar UNA IGLESIA NUEVA. Ellos desaprobaron todo lo que venía de Roma simplemente por venir de Roma, y en eso fallaron porque todo lo que tenía la iglesia no estaba mal, ya que la iglesia romanista no empezó siendo así, sino que fue la iglesia de los primeros siglos del cristianismo que se fue contaminando con falsas doctrina y fue resquebrajando su herencia doctrinal apostólica deviniendo en ese romanismo de imágenes, santos,  y venta de indulgencias en su fusión con el paganismo. Los credos universales (Apostólico, Niceno, Atanasio) los mantuvo la iglesia reformada. La doctrina de la trinidad la mantuvo la iglesia reformada. El bautismo de los hijos de los creyentes lo mantuvo la iglesia reformada, aunque con diferentes connotaciones, o….. ¿de dónde lo aprendieron los romanistas, sino que se vino haciendo desde los inicios de la cristiandad?

UNA ACTITUD PREOCUPANTE

La actitud que han manifestado algunos ministros y líderes bautistas contemporáneos es preocupante. Preocupa que se alejen del propósito del principio, ese principio de unidad que hubo en los bautistas particulares ingleses que les hizo solidarizarse con los reformados se ha debilitado en la distancia del tiempo dando paso a que se tenga una interpretación falsa de lo que ocurrió en la Inglaterra de 1640. Lo que dan a entender estos ministros bautistas es que sus predecesores ingleses hicieron como asevera el refrán popular: «el enemigo de mi enemigo, es mi amigo» y no fue tanto por unidad y solidaridad en la persecución. Es el mensaje que están dejando. Casi han secuestrado la CFW para entonces «corregir» lo que fue mal hecho. Ese no fue el propósito de los bautistas particulares ingleses, pero es lo que se entiende por parte de lo que han expresado estos ministros bautistas contemporáneos.

pan y vino1Por otro lado, prohibir la mesa de la comunión a hermanos bautizados, y exigir rebautismo bajo la denominación son evidencias claras de sectarismo. Es un grave pecado el prohibir la participación de la mesa del Señor a un creyente. Es adueñarse de lo que Cristo da bondadosamente y por gracia a todo creyente. Es una especie de «diotrefismo» doctrinal, que imita a aquel mal líder de la iglesia que es juzgado por el apóstol Juan en 3 Juan 1: 9-10 por su sectarismo. El bautismo no es propiedad de ninguna denominación, fue dado a la iglesia universal de Cristo. Con esa actitud sectaria, no solo privan a los hermanos de lo que Cristo les da en su liberalidad, sino que atentan contra la universalidad de la iglesia. Al excluirles de la Santa Comunión les excluyen de lo que ello significa, a saber, la salvación en Cristo y su participación y membresía del Cuerpo de Cristo. En otras palabras, cuando se le priva a un creyente de participar de la mesa del Señor con este espíritu sectario, se está diciendo que no consideran salvo a ese hermano, que no pertenece al cuerpo de Cristo, erigiéndose en jueces de su salvación.

Considero entonces, que todo ministro bautista o cualquier creyente que tenga esta visión sectaria del bautismo, y de la doctrina reformada se constituye en el peor de los enemigos de la fe reformada. Ha confundido la visión de sus predecesores bautistas, y ha confundido también el plan divino de la iglesia universal. Ya lo dijo el Señor, es mejor ser frío o caliente que tibio. Los arminianos dispensacionalistas están errados, pero al menos están definidos en su error. Los bautistas que se autodenominan «reformados», y que ven la iglesia de Jesucristo con actitud sectaria son los enemigos más peligros se la fe reformada, porque desde adentro contaminan y confunden a otros con una visión que no fue la de los reformadores, y mucho menos la de sus antecesores bautistas particulares del siglo XVII.

¿COMO SABER SI UN MINISTRO BAUTISTA ES SECTARIO?

Es muy fácil. Se le hace una pregunta muy sencilla. «¿Acepta usted como valido el bautismo de un hermano que haya sido bautizado desde su niñez en la iglesia  Reformada y que quiera ser miembro de la iglesia habiendo dado evidencias de su conversión? Si el ministro responde que NO, es sectario. Si responde que SI, está conforme a la institución del sacramento, incluso no siendo paidobautista.

Hace unas semanas, un pastor “bautista reformado”, en un debate sobre este asunto, al formularle esta misma pregunta, respondió que NO, que el bautizaría nuevamente a ese hermano, pero que para el no sería un rebautismo, sino un bautismo, porque el bautismo recibido de niño, fue un «BAUTISMO DE INCRÉDULO» ¡Nunca había escuchado algo así! Cuando Dios mandó a Abraham a circuncidar a sus hijos de ocho días de nacidos, nunca le dijo que era una CIRCUNCISIÓN DE INCRÉDULOS. Nunca he visto en la Escritura que se llame ‘INCRÉDULO’ a los hijos de los creyentes……nunca!!!  Al contrario, la Escritura los llama «santos» (1Cor. 7:14), porque si bien es cierto que están incapacitados naturalmente para expresar fe, igualmente están incapacitados para expresar incredulidad. Me pregunto entonces, ¿por qué muchos pastores bautistas reformados practican la presentación de niños al Señor aún sin que Él lo haya instituido? He estado en muchas presentaciones de niños, y nunca he escuchado al ministro bautista orar: «Señor, te presento a este incrédulo,  tómalo contigo, cuida a este incrédulo  que aunque es un incrédulo  que sea instruido en tus caminos, toma a este incrédulo en tus manos de amor…..etc». Más bien cantan “♫♪♫los niños son de Cristo, Él es su Salvador ♪♫♪…” Entonces, ¿si no ven a sus hijos así, por que llaman «bautismo incrédulo» al bautismo de los hijos en una iglesia reformada? En todo caso, ¿donde está la incredulidad? ¿Donde se bautiza al hijo, o donde no se bautiza? Creo que los papeles están invertidos.

Lo cierto es que se respira un ambiente sectario en la iglesia y eso no es bueno. La iglesia universal de Cristo no es un plan de los teólogos reformados, es plan de Dios, que lo tuvo desde antes de los siglos, y lo revelo a su debido tiempo a sus profetas y apóstoles. El ministro que se sectariza esta pisoteando ese plan de Dios, al cual él mismo ha sido llamado como ministro, para explicar ese misterio a los hombres, y que sean incorporados a la iglesia visible en la que, conforme al decreto de elección, serán incluidos también en la iglesia invisible, la cual está formada por todos los santos del Señor de todas las edades.

Cuando vayan de paseo a Montevideo, o hablen de esta hermosa ciudad, recuerden que su nombre es producto de una confusión. Que nunca como cristianos, seamos identificados por estar afiliados a una doctrina confusa o  falsa, a una costumbre que sea dañina para la iglesia universal de Cristo.

Quiera Dios que nos alejemos de toda actitud sectaria, que confunde y divide la iglesia de Jesucristo, esa por la cual El derramo su sangre. Y quiera Dios que nuestros hermanos Bautistas reconozcan un solo bautismo y no excluyan de la membresía de la iglesia ni de la Santa Comunión  a los que recibieron el santo sacramento en la edad de la infancia.

SOLI DEO GLORIA!

Escrita por Felipe Gonzalez.

Revisada por Juan Sanabria.

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