Un nuevo rey, un nuevo reinado.
Las cosas que Dios dispone nunca llegan tarde. Llegan en el momento preciso. Nosotros nos desesperamos, Dios nunca esta apurado. Trece largos años habían pasado desde que Dios le dijo a Samuel: “levántate y úngelo porque este es”
Tratar de cambiar el momento de Dios es alterar el tiempo, es originar el caos…..pero el momento de David llego. En ese tiempo, ahí estaba David, sufrido, quebrantado, pero con mas experiencia, con mas sabiduría, con mas dominio propio, con mas honor……y mas cerca de Dios.
Aun no leo todos los estudios relacionados. Pero sí sé que en el caso de David ( y en el nuestro ) no fue olvidado esos trece años. Tampoco le faltó fe, ni ¨tardó tanto¨ porque no reclamara o declarara que el reino era suyo. No. Esos años en el desierto, en la cueva de Adulam, perseguido, fueron la maravilosa preparación de Dios para su siguiente trabajo, por fin ¨…ahí estaba David, sufrido, quebrantado, pero con mas experiencia, con mas sabiduría, con mas dominio propio, con mas honor……y mas cerca de Dios…¨
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