Ninguna de las guerras que registra la historia de la humanidad pueden superar a la batalla que libra el cristiano. Es una guerra diaria y constante. Las armas que usa el enemigo son sofisticadas, las estrategias son sutiles y engañosas, la crueldad del combate es despiadada. Dios no nos envía a la lucha desarmados. El nos ha provisto de su armadura. La armadura que quiso darle Saul a David no le servia, mas bien le obstaculizaba en la lucha, pero esta armadura de Dios nos ajusta a todos los cristianos y es efectiva en cualquier tamaño. Grandes, chicos, ancianos, jóvenes, mujeres, hombres pueden usarla. Esta armadura consta de diferentes partes. En esta serie de cuatro mensajes, se explican todas esas partes de la armadura de Dios y para que le sirven al creyente en la lucha.
El cristiano que no conoce su armadura, y que no hace buen uso de ella, sera presa fácil del enemigo de nuestras almas, el cual no tendrá piedad, ni le temblara la mano para darle el golpe mortal. Quiera Dios que esta palabra sirva para que muchos creyentes estén alertas en este conflicto bélico entre el Reino de la tinieblas y el Reino de Dios.
Predicado por el Rev. Alejandro Cid, pastor del Ministerio Hispano de la Iglesia Presbiteriana de Old Cutler, los domingos 2, 9, 16 y 23 de noviembre de 2014, día del Señor.
Le invitamos a que nos acompañen en nuestro servicio todos los domingos a las 11:00 am, estamos ubicados en el 14401 Old Cutler Road, Palmetto Bay, FL, ¡le esperamos!