la necesidad de reformar la iglesiaEn febrero del año 1544, el emperador Carlos V convoco y dirigió la Dieta de Spira. Carlos V había buscado unificar todos los frentes, y reunir la mayor cantidad de fuerzas contra los franceses. Por eso promete a los príncipes alemanes (luteranos) que durante un tiempo, y en espera de un concilio general que lo discutiese, todos los partidos religiosos gozarían de igualdad de condiciones, y todos a la par disfrutarían de las leyes por igual. Esto provoco una reacción fuerte de parte del papa Pablo III, el cual ofendido por ver a los protestantes puestos al mismo nivel de Roma, escribió una carta de protesta al Emperador, en cuya carta hiere profundamente la verdad del Evangelio y la inocencia de los creyentes. Juan Calvino, en respuesta de tales ofensas y aprovechando la Dieta de Spira, escribe un tratado llamado «LA NECESIDAD DE REFORMAR LA IGLESIA» dedicado al Emperador Carlos V, y enviado a los príncipes que estarían en la Dieta de Spira. Ha llegado a ser uno de los tratados mas importantes para entender las razones y la profundidad doctrinal de la Reforma, de por que era tan necesario romper con Roma, y que medidas fueron esenciales para lograr una reforma genuina en la iglesia.

Les comparto un fragmento de ese importante tratado de Calvino…..

Habiendo advertido que la Palabra de Dios es la señal que distingue entre Su culto verdadero y aquel que es falso y corrupto, nosotros de allí concluimos fácilmente que todo el aspecto del culto divino que se práctica generalmente hoy en día no es nada mas que corrupción. Pues los hombres no toman en cuenta lo que Dios ha ordenado ni lo que Él aprueba, a fin de que ellos puedan servirle en una manera apropiada, sino que toman para sí mismos una libertad para inventar modos o formas del culto divino, y después imponiéndoselas a la fuerza a Dios como substitutos de obediencia. Si en lo que digo parezco exagerar, que se haga un examen de todas las prácticas por las cuales la mayoría cree que con ellas adora a Dios. Yo me atrevo a decir que ni siquiera una décima parte proviene que no sea de su propio cerebro. ¿Qué más desearíamos? Dios rechaza, condena, abomina todo culto inventado, y emplea su Palabra como un freno para mantenernos en obediencia incondicional. Cuando desechamos este yugo, nos desviamos tras nuestras propias invenciones, y le ofrecemos una adoración (fabricada por el atrevimiento humano) que sin importar cuanto nos agrade, ante Sus ojos es solo una vana ridiculez — antes bien es vileza y corrupción. Los defensores de tradiciones humanas las pintan con hermosas y de atractivos colores; y Pablo ciertamente admite que tienen cierta apariencia de sabiduría [Col. 2:23]; pero como Dios valora la obediencia más que todos los sacrificios, debía ser razón suficiente para rechazar cualquier tipo de adoración que no es aprobada por el mandato de Dios.

Juan Calvino. «La necesidad de reformar la iglesia»

Calvino en su momento, desafía en este escrito a hacer un examen de todas las practicas que se hacían en el culto, con las cuales creían que adoraban a Dios…..leámoslo en sus palabras:

Si en lo que digo parezco exagerar, que se haga un examen de todas las prácticas por las cuales la mayoría cree que con ellas adora a Dios.

¿Podemos tomar nosotros hoy ese desafío y evaluar honestamente a la luz de la Palabra de Dios lo que se hace en cada uno de nuestros cultos para ver si esta conforme a la adoración que Dios quiere?

¿Que elementos hemos incorporado a nuestros cultos que no son aprobados por la Palabra de Dios?

¿Cuales son los elementos del culto que Dios aprueba?

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