«…estoy agotado de las ‘doctrinitis’ y el alegato permanente en que se ha vuelto la blogósfera cristiana…»
Este fue un comentario que lei en el blog de un hermano de la fe. Se nota que la acotacion del que hizo el comentario viene por experiencias que ha tenido. La terminacion «…itis» en medicina se usa para denotar inflamacion, epatitis (inflamacion del higado), apendicitis (inflamacion del apendice), amigdalitis (inflamacion de las amigdalas). En cierta forma el hermano quiso decir, «inflamacion de la doctrina», en lenguaje popular puede ser «machacadera», «dale con la pituita», «…y dale otra vez con lo mismo…»
Yo se que por estos tiempos la doctrina no gusta mucho, quizas no sea por el contenido de la misma, sino por la forma en que ha sido expuesta. No es lo mismo servirte un sabroso helado en una bella copa, que en un pedazo de carton sucio encontrado en la calle. En estos tiempos la doctrina y la teologia son materias que no gustan mucho quizas porque obligan a usar la mente, y esa parte de nuestro cuerpo no se usa mucho en el mundo de hoy que la tecnologia la ha desplazado. Las computadoras lo hacen por nosotros. Solo tocas un boton y suceden cosas, no hay que pensar por que suceden.
Aunque ya exista hoy dia el termino «doctrinitis», y preferimos apretar botones en vez de usar la mente, la doctrina nos acompaña donde vayamos. Nosotros vivimos como pensamos. Lo que creemos sobre las cosas afecta nuestra manera de hablar y nuestro modo de ver la vida. Muchas personas hoy deben sus mayores problemas a que su mente no tiene nada donde poner pie firme. Los problemas de la vida no se arreglan apretando botones.
Decir que la roca es Jesucristo y con eso basta,… no basta. Cualquiera puede estar parado sobre La Roca, sin embargo creer que es el lomo de una ballena porque es lo que tiene en su mente. Nuestra mente es el cristal a traves del cual cada uno ve el mundo. La doctrina es la tela que permite limpiar ese cristal para tener una vision clara de lo que nos rodea. Un cristal sucio y empañado solo ofrece una vision borrosa de la realidad.
Aunque a alguien no le guste creerlo, o le pese aceptarlo, el evangelio se basa en la repeticion de las mismas cosas. Para Pablo no era molesto hacerlo, («…para mi no es molestia escribirles las mismas cosas y para ustedes es util.» Filipenses 3:1) Eso esta pasando desde el primer año del cristianismo y todavia no conozco a nadie que haya muerto de «evangelitis». Nuestro diario,….levantate, desayuna, trabaja, bañate, come, acuestate, duerme….levantate…..y asi es todos los dias. A no ser que la persona tenga una gran depresion, todos queremos levantarnos al otro dia y seguir la rutina de la vida. No veo a muchos quejandose de vivir…….o de decirle «existencialitis» a nuestro respirar.
Yo creo que el medicamento mas eficaz para la «doctrinitis» es la Gracia. La Gracia lo cambia todo. La Gracia no cambia la doctrina pero si su sabor. Cuando se enseña doctrina sin Gracia los que oyen se infectan de «doctrinitis». La doctrina con gracia limpia el cristal de nuestra mente. La «doctrinitis» ensucia el cristal. La Biblia no esta hecha para usarla como martillo y darle con ella a las personas en la cabeza. La Biblia es un manatial inagotable, una fuente de agua viva que siempre trae frescura al alma sedienta del hombre. Cuando sienta rechazo por la Biblia no le eche la culpa a ella, quizas el problema este en quien se la esta enseñando. Tambien la Biblia es un libro que nos hace usar la mente, quizas por eso muchos la rechazan, y prefieren seguir «apretando botones.»
La doctrina es fundamental para el creyente, la «doctrinitis» es una malformacion que abunda hoy en el cristianismo, lo unico que puede erradicarla es la Gracia, ¿por que? Porque toda la doctrina del NT es basada en la Gracia de Dios a traves de Jesucristo. Cuando se enseña doctrina sin comprender la Gracia de Dios, o con matices de la antigua Ley, comienzan los sintomas de la «doctrinitis».
«Doctrinitis» es la mueca de mal sabor que hace una persona cuando se le sirve una copa de vino nuevo que fue envasado en un odre viejo.